No te preocupes por la muerte:
Hace ya tiempo que estás muerto.
Hay muchos que se reirían al saber
lo absurdo que es su miedo a morir
si supieran cuánto tiempo hace
que dejaron de vivir.
Seguramente no te acuerdes
de la última vez que al tocar
el cuerpo desnudo de una mujer
se llenaron tus venas de su sangre,
seguramente hace ya mucho
que no notas la carne
de una manzana en tu boca.
Debes haber olvidado
a qué sabe la lluvia de verano,
puede que nunca hayas hundido
tus dedos en una arruga de viejo,
que nunca hayas olido
el reloj de pared que heredaste.
Es posible incluso,
que hayas soñado con tu entierro,
sin apreciar cómo
ya te está comiendo la carcoma.
Apuesto este poema
a que hace años que no te abrazas,
a que hace meses que no te has visto,
más que en el espejo.
Tranquilízate,
el miedo a los fantasmas está justificado,
yo he comprobado que existen:
seguramente tú seas uno de ellos.
Espero que estas palabras
te hayan consolado,
ahora ya sabes que
no tienes porqué
temer a la muerte
cuando hace ya tanto
que no estás vivo.
Hace ya tiempo que estás muerto.
Hay muchos que se reirían al saber
lo absurdo que es su miedo a morir
si supieran cuánto tiempo hace
que dejaron de vivir.
Seguramente no te acuerdes
de la última vez que al tocar
el cuerpo desnudo de una mujer
se llenaron tus venas de su sangre,
seguramente hace ya mucho
que no notas la carne
de una manzana en tu boca.
Debes haber olvidado
a qué sabe la lluvia de verano,
puede que nunca hayas hundido
tus dedos en una arruga de viejo,
que nunca hayas olido
el reloj de pared que heredaste.
Es posible incluso,
que hayas soñado con tu entierro,
sin apreciar cómo
ya te está comiendo la carcoma.
Apuesto este poema
a que hace años que no te abrazas,
a que hace meses que no te has visto,
más que en el espejo.
Tranquilízate,
el miedo a los fantasmas está justificado,
yo he comprobado que existen:
seguramente tú seas uno de ellos.
Espero que estas palabras
te hayan consolado,
ahora ya sabes que
no tienes porqué
temer a la muerte
cuando hace ya tanto
que no estás vivo.