domingo, 30 de diciembre de 2007

P de Pretenciosa

Mi objetivo es muy humilde,
sólo quiero que no puedas
acabar de leer una estrofa
porque de repente
tengas ganas
de hacer un pastel con forma de nube,
de salir a correr sin zapatillas,
de besar la pared de tu cocina,
de dormir con alguien que conociste ayer.
No pretendo ser pretenciosa,
pero la poesía no debería
ser tan solo un efecto colateral de la alegría,
una consecuencia más del amor,
la poesía no debería
resignarse a ser el fruto
de la imaginación,
resignarse a ser el hijo
de la creación.
No pretendo ser pretenciosa,
pero yo no quiero que mis poemas
se mueran sin haberte embarazado
de alguna idea, de alguna intuición.
Yo no quiero ser poeta
si no logro que tú
quieras ser artista.
No soy ambiciosa,
mi objetivo es muy humilde
solo quiero que un poema
sea tu inspiración.

G de Gritos


Si yo hubiera sabido
que mis gritos eran
el himno premonitorio
de las risas que hoy
me desencajan la mandíbula,
no habría perdido el tiempo
anestesiándome la amígdala,
aparcando en fila
cada resentimiento.
Si yo hubiera sabido
que después de la angustia
habría una fiesta,
me regalarían una estrella,
abriría el cofre de los tesoros
de la isla desierta,
no habría perdido el tiempo
engañando al dolor diciéndole:
márchese, no estoy en casa.
Si yo hubiera sabido
que no hace falta adolecer en serio,
que podía tomarme la depresión
como una tara humana
y no dramatizar la situación
cuando me quedo tirada
en medio de la nada,
no hubiera malgastado mi energía
pensando que los malos momentos
son un defecto innato de la vida.
Ahora ya sabes que todo fin
tiene un final y que
ni la peor de las torturas
dura eternamente.
Ahora también sabes que,
como en los dolores de parto,
toda tristeza, todo vacío, toda desolación,
es una contracción más
en el inminente alumbramiento
de algún regalo tan especial
que no pueda convivir
con tus lacras,
de alguna sorpresa tan virtuosa
que limpie tu interior
de las manchas invisibles
de todas tus flaquezas.

domingo, 23 de diciembre de 2007

M de Milagros

Los milagros ocurren:
Estoy aprendiendo a bailar.
Los milagros no le pasan
Al conocido de un amigo
De un primo de mi sobrino,
Yo no soy solo el testigo
de la leyenda urbana
de un milagro en el siglo veintiuno,
Soy además el sujeto de la frase:
He llorado sangre,
He levitado hasta la capa de ozono,
Se me ha aparecido un santo
En la esquina del baño.
Los milagros ocurren
Porque gané un concurso
En la televisión,
Porque me apunté a un curso
De prodigios por correspondencia.
Pasan porque estoy convencida
De que no es improbable
Que mañana me despierte
Con plumas en la espalda,
Pasan porque el otro día
me besó en la boca
Una concha agujereada.
porque puedo hacerle el amor
A una araucaria.
Los milagros existen:
Sólo tienes que crearlos.
Los milagros ocurren,
Tan sólo tienes que causarlos.