Antes de ayer acabé "La hora violeta". Demoledor. Pero es verdad que siento que acaba mejor, anímicamente, de lo que empieza, y eso es decirlo todo porque en medio hay un niño, un hijo, que se muere. Hay reflexiones brutales, necesito releerlas. Ayer seguí con el de Realfood y "Niños de tiza" y tengo esperándome uno de Michael Shermer. A ver por donde sopla hoy el viento.