Hoy me siento más poeta,
si es posible poner el más delante de un nombre,
que en este caso yo uso de adjetivo,
porque poetas que pueden decir en público que lo son,
sin que nadie les piense presuntuosos o vagos,
dicen lo mismo que diría yo
si alguien me entrevistara en el diario.
Hoy me siento más poeta,
no porque esos poetas profesionales y yo,
sepamos lo que es un tropo,
ni porque ambos escuchemos a Sabina,
ni porque llevemos siempre la Moleskine encima.
Hoy me siento más poeta
porque mis compañeros de gremio,
que por otra parte no saben que yo existo,
comparten mi misma opinión sobre la poesía:
que no es accesoria,
que no es sólo para románticos dieciochistas,
que no sirve sólo para descubrir las intimidades
de autores a los que les encanta
difundir los desgarros de su alma.
Hoy me siento más poeta,
porque si esos poetas
que merecen premios y páginas web no oficiales,
y lectores que esperan las novedades,
y editoriales que pagan por publicar sus poemas
dicen lo mismo que diría yo si alguien hoy,
me entrevistara en el diario,
entonces es porque no voy por tan mal camino
como insiste en decir mi padre
cuando me regaña diciendo
que pierdo el tiempo con las palabras,
que leer no da para comer
y que escribir tampoco da para vivir.
si es posible poner el más delante de un nombre,
que en este caso yo uso de adjetivo,
porque poetas que pueden decir en público que lo son,
sin que nadie les piense presuntuosos o vagos,
dicen lo mismo que diría yo
si alguien me entrevistara en el diario.
Hoy me siento más poeta,
no porque esos poetas profesionales y yo,
sepamos lo que es un tropo,
ni porque ambos escuchemos a Sabina,
ni porque llevemos siempre la Moleskine encima.
Hoy me siento más poeta
porque mis compañeros de gremio,
que por otra parte no saben que yo existo,
comparten mi misma opinión sobre la poesía:
que no es accesoria,
que no es sólo para románticos dieciochistas,
que no sirve sólo para descubrir las intimidades
de autores a los que les encanta
difundir los desgarros de su alma.
Hoy me siento más poeta,
porque si esos poetas
que merecen premios y páginas web no oficiales,
y lectores que esperan las novedades,
y editoriales que pagan por publicar sus poemas
dicen lo mismo que diría yo si alguien hoy,
me entrevistara en el diario,
entonces es porque no voy por tan mal camino
como insiste en decir mi padre
cuando me regaña diciendo
que pierdo el tiempo con las palabras,
que leer no da para comer
y que escribir tampoco da para vivir.