La niña mariposa
tiene alas de color rosa,
se posa en las azucenas,
en los lirios y en las begonias.
La niña mariposa
juega a que es un pájaro:
le gusta volar por encima
de los cipreses.
Las veces que se ha caído
aterrizó sobre la hierba
y aunque un caracol
confundió sus alas
con las hoja de un repollo,
apenas se nota el mordisco
cuando sus alas baten
con la fuerza de una cocinera
experta en hacer merengue.
La niña mariposa
fue mujer gusano en su anterior vida,
su madre le ha dicho
que si no se acaba la cena
puede que cuando muera
renazca en niño murciélago,
y tiene tanto miedo
de que eso pase,
que se acaba siempre
todo el néctar del plato.