Tú que ayudas al vecino
cuando te pide sal, huevos o harina.
Tú que te ofreciste para acompañar al invidente
hasta el otro lado de la carretera,
que te levantaste del asiento en aquel autobús repleto
mientras un viejito te miraba con cara agradecida.
Tú que siempre buscas monedas
para el músico ambulante de la estación de metro,
que te has hecho socio de una ONG
para darle alimento, educación y vestido
a esos pobres niños desnudos, analfabetos y desnutridos.
Tú que siempre tienes unas palabras de consuelo
para el último de tus amigos
que se ha quedado soltero.
A ti, que crees que hay que ser solidario,
y salvar a cuanto ser humano desvalido
se cruce en tu camino,
¿quién va a salvarte de ti mismo?
cuando te pide sal, huevos o harina.
Tú que te ofreciste para acompañar al invidente
hasta el otro lado de la carretera,
que te levantaste del asiento en aquel autobús repleto
mientras un viejito te miraba con cara agradecida.
Tú que siempre buscas monedas
para el músico ambulante de la estación de metro,
que te has hecho socio de una ONG
para darle alimento, educación y vestido
a esos pobres niños desnudos, analfabetos y desnutridos.
Tú que siempre tienes unas palabras de consuelo
para el último de tus amigos
que se ha quedado soltero.
A ti, que crees que hay que ser solidario,
y salvar a cuanto ser humano desvalido
se cruce en tu camino,
¿quién va a salvarte de ti mismo?