miércoles, 7 de octubre de 2009

Si escribo demasiado

Si escribo demasiados versos
y demasiado malos
sólo es porque
me hacen falta:
como cuando se necesita
echar la Quiniela mil veces,
para ganarla tan sólo una.
Así, podría decirse
que la poesía
es una lotería:
uno escribe,
sabiendo que lo más probable es que pierda,
pero con la esperanza de que algún verso
le salga premiado.