jueves, 7 de febrero de 2008

C de Confusión

Te confundí
con lo que pensé que eras,
y malgasté todos mis besos
con el fantasma de ti.
Apenas nunca
abrí los ojos para verte,
existías sólo como idea
dentro del templo de mi cabeza.
Puede que cuando te decía
que ya no eras quien yo conocía,
simplemente estuviera desenmascarando
que en realidad yo sólo te inventé.
Te confundí
con lo que pensé que eras
y me perdí la oportunidad
de conocerte de veras.
Creí que era suficiente
el haber descubierto
la cicatriz de tu caída
para poder decir que tú y yo
éramos almas gemelas.
Puede que sí hiciera falta
explorar tu piel cada mañana
para renovar el mapa de tus venas,
puede que sí fuera necesario
desnudarte cada noche
para reemplazar el viejo recuerdo
que tenía del perfil de tu cuerpo.
Si tan sólo un día
me hubiera atrevido
a verte como un ser humano
que renace a cada minuto,
no hubiéramos sido un espejismo,
no hubiéramos hecho el amor
como unos muertos
que no saben que están vivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario