martes, 29 de enero de 2008

D de Dieta

Engórdate:
consume vida.
Come por dos si te apetece,
toma a todas horas
tazones de alegría,
desecha todos
los productos sin calorías,
ya sabemos que llorar enflaquece,
ya sabemos que la tristeza adelgaza.
Sáciate:
que se te inflen las mejillas,
que te crezca la barriga,
que la báscula te diga
que estás en sobrepeso,
que por la calle te griten
que estás obeso.
Alarga la sobremesa
hasta hacer el amor sobre la mesa,
no ayunes mas que lo amargo,
ni dejes siempre el postre,
para el final.
Invita a todo el barrio
Al banquete diario,
Proponte nutrir a los hambrientos:
dales de merienda una ración de ilusión,
que no falte nunca en el plato
una ensalada de besos,
que en el menú siempre haya
confianza de guarnición.
Engórdate:
aunque a partir de ahora
tengan que hacerte los trajes a medida,
aunque tu cuerpo ya no quepa en el espejo,
sigue adelante, devora la vida:
no hay dieta más sana,
ni carta más exquisita.

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