lunes, 22 de junio de 2009

P de Parto


Qué doloroso es el parto
en el que yo misma me doy a luz.
Cuántas contracciones por minuto
para emerger a la resurrección de mi vida.
Cuántas inspiraciones controladas,
cuántas lágrimas reprimidas
para nacer como hija de mí misma
y amamantarme como mi propia madre.
Qué gestación más larga,
veinte años embarazada,
cuánto tiempo invertido
en volver a crearme,
en volver a bautizarme.
Qué experiencia tan humana
asistir en directo
a mi propio nacimiento
y ayudarme como comadrona
a empujar siempre hacia adelante.