viernes, 11 de diciembre de 2015

La mujer redonda: nuevas aventuras

La mujer redonda está a punto de poder ampliar su diámetro. Si el nuevo centro esférico decide no desplazarse, la mujer redonda, que todavía es pequeña y ágil, se va a convertir en una bola grande y torpe, tanto que no le preocupa caerse, está segura de que no se haría daño como ahora, sino que simplemente rodaría como una croqueta hasta frenarse con algún mueble o transeúnte -de desmoronarse en la calle- que la confundiera, si estuviéramos en diciembre, con una bola que decorara el abeto gigante que ponen en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga en Navidad. 

Por eso en realidad el problema no es que la mujer redonda se de de bruces contra el suelo, al contrario, el mayor contratiempo es que la mujer redonda se eleve como un globo de feria con forma de Minion y suba tanto, tanto, que prefiera quedarse a vivir en el cielo.