lunes, 17 de septiembre de 2007

F de Fluir

Van a derribarse todas las murallas,
encogerse todos los gigantes,
caerán del cielo algunos ángeles,
cuando ya no te resistas a tu alma.
En el río de tus días
no hará falta remar a contracorriente,
ni ponerle motor a tu barca,
ni arreglar el salvavidas pinchado.
Déjate llevar por sus afluentes,
déjate guiar
por el conocimiento innato de las flores
que nunca aprendieron a florecer
y florecen,
de las estrellas,
que nunca aprendieron a brillar
y brillan,
del mar
que nunca aprendió a emocionar
y emociona.
Sigues estando en el seno
de una madre,
dondo no hay que preocuparse
por el alimento, por el frío,
por el amparo del cariño.
Sigues estando arropado por el cielo
y amamantado por la tierra,
pero hasta que no te entregues a tu alma,
seguirás siendo un huérfano
que no sabe que el mundo
está lleno de padres adoptivos.
Vivirás a favor de la vida,
dejarás de luchar en su contra,
el día en que decidas
no resistirte a tu alma.

1 comentario:

  1. Este es mi poema favorito. Tengo muchas razones:fue el primero que leí, me lo escogiste tú, y me sigue hablando después de varias lecturas. Por todo esto, me alegro de haber inaugurado los comentarios.

    Gracias por este abecedario de las emociones.

    Un fuerte abrazo desde Sevilla. Te recuerdo que tenemos pendiente algo por aquí.

    Reyes

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