domingo, 12 de noviembre de 2017

San Martín 2017


Cato orejas. Las chupeteo, las muerdo flojito (para que luego, si los niños me imitan, no me queden marcados sus dientes), las espachurro con los labios, las soplo como si fueran las velas de mi mejor cumpleaños y luego las olfateo: huelen a baba, a carne de bebé adorado, a medio gemelo asimétrico (que son dicigóticos), a cera de cirio encendido para San Martín porque hoy es tu santo, y aunque seamos ateos, o pastafaris -no en vano, a la que me descuido y abrís el cajón al que llegáis de la cocina, os encuentro con el colador en la cabeza, cual yelmo de caballero de la orden del Tupperware o acólito de los espaguetis a la carbonara (sin bacon)-, pues hay que celebrar que hoy, 11 de noviembre de 2017, mi mellizo con mejillones en la cara tiene el nombre de un niño que encontró un ratón debajo un botón, ay que chiquitín.