Acabé Filek hace una semana más o menos. Un libro interesante, en un formato que para mí ha sido nuevo. Hace un par o tres de días que dejé al 14% Para morir iguales de Rafael Reig, sus alusiones a la masturbación adolescente en un orfanato de monjas usando a la virgen de objeto erótico me han parecido excesivas. Al principio eran graciosas, luego me han resultado incómodas. Así que empecé con El olvido que seremos de Hector Abad Faciolince, voy por el 43% y me está encantado, qué retrato de su vínculo paterno-filial más tierno y qué gran intelectual y filántropo tuvo Colombia. Sigo y os cuento.