Acabé el libro de Faciolince el lunes o el martes. Es una de las más grandes declaraciones de amor de un hijo a un padre y de un padre a un hijo. Además de presentar el retrato de un gran hombre en una sociedad enferma. Desde entonces voy dando tumbos por los libros que tengo en el Kindle sin decidirme. Vamos a ver si tengo suerte esta tarde con el de Steven Pinker En defensa de la ilustración.