jueves, 27 de agosto de 2009

Inteligencia fracasada

Mi inteligencia fracasada me ha hecho pensar que no soy digna del amor de un hombre si no le lavo la ropa, los platos y hasta los dientes. Mi inteligencia mal usada me ha hecho creer que no soy digna de admiración si no soy buena en la cocina y en la cama. Yo, que no soy una mujer florero espectacular, teniendo en cuenta mi humilde físico, y que cada día dudo más de mi supuesta inteligencia (atribuida, creo, por mi cara de ratón de biblioteca) pensé, qué ilusa, que sólo conseguiría ser querida si me prestaba a cualquier antojo ajeno. Qué triste confesar que desconfío de los hombres que dicen enamorarse de mí; siempre creo que me engañan, que no se han dado cuenta todavía de quién soy en realidad. Qué triste tenerme en tan bajo concepto, yo que, al menos, sé escribir algún que otro poema, regar plantas, optimizar espacios, reírme sin razón, leer y olvidarme de la cena, limpiar de virus mi ordenador, ganar apuestas tontas, distinguir cuando alguien ha llorado a escondidas y querer a quien a veces se olvida de felicitarme por mi cumpleaños.

Hecho este inventario de virtudes, me parece que ya estoy preparada para decirte que hoy, y quizás también mañana,
no voy a saltar a recoger balones al otro lado de la valla,
no voy a ofrecerme a hacer lo que tú ya puedes hacer por ti mismo,
a pedirte perdón por cosas que no controlo
y a dudar de que alguien como tú
pueda querer compartir su tiempo
con alguien como yo.

martes, 14 de julio de 2009

Me abruma el miedo

Me abruma el miedo
de no hacer bien
lo único para lo que parece
que estoy predestinada.
Me aterra el hecho
de que aunque escriba,
no alcance las cotas
que de forma implacable
yo misma me exijo.
Estoy demorando
hasta el infinito
ponerme en serio a escribir,
no unas cuantas hojas de Word
- que luego nunca imprimo -,
ni bocetos de novelas
que luego nunca sigo.
Estoy segura
de que si soy constante
con la poesía
es sólo
porque tiene vida propia,
fugaz y eterna
al unísono.
Pero ya va siendo hora de que hilvane frases que se estiren hasta sendos márgenes de las páginas. Que quede este poema deformado como prueba de mi nuevo - aunque también sempiterno - objetivo: voy a escribir hasta demostrarme que sé escribir, y si en el camino fallo y me tropiezo con frases malas y hasta con capítulos horribles de historias insufribles, entonces... Entonces pensaré a qué me dedico. El pan de plátano y cacao que hice hoy me consuela, igual hasta podría ser cocinera... Pero hasta entonces y mientras tanto, voy a escribir, así tenga que enfadarme porque no me inspiro, así tenga que quedarme con la mirada embobada a la espera del sinónimo que no sale y me despierte algunos días frustrada porque, como en todo, uno nunca tiene la certeza de si en lo que está dejándose la piel - en concreto, la piel de los dedos - no sea una pérdida de tiempo, y valga la pena y este carácter agrio de escritora que se me está poniendo. Me niego a ser esa promesa literaria que no se cumple. Me niego a recriminarme, dentro de unos años, ser yo la única causante de mi deserción. Que lo que esté en mis manos no se me escape de entre las manos sin haber hecho yo todo lo posible. De lo que está fuera de mi alcance, que se ocupe el mismo que se ocupa de hacer brotar las flores de la planta que alegra mi balcón.

domingo, 12 de julio de 2009

La única

No me basta.
Debo ser la única persona en el mundo
que no se conforma con ser feliz.

jueves, 9 de julio de 2009

Vivir

Vivir,
requiere su tiempo.
No es tan fácil hacerse un hueco
entre las utopías y las desgracias.
Tantas capas de cebolla
casi me dan aspecto de patata.
Yo, que quizás nací gigante
y me están haciendo creer
que soy enana,
yo, que quizás nací ángel
y me están haciendo creer
que soy humana.

Si de todas formas,
tuvieran razón
y yo sólo fuera una bruja
disfrazada de hada,
que más da,
al fin y al cabo,
también hay príncipes
que nacieron ranas.

En algunos lugares

En algunos lugares el cielo está más alto.
Tocar las nubes, es para expertos.
Ni las escaleras alcanzan
a desvirgar el azul nocturno,
ni los rascacielos sirven
para atenuar picores celestes.
En el catálogo de inventos
de esta temporada
se vende el último modelo de alas,
aunque en letra pequeña avisan
(a los hipermétropes al menos)
de que el pack volátil sólo sirve
para aterrizar con gracia.
En esos lugares de cielo crecido,
abundan hombres y mujeres hiperlargos:
cree el cuerpo así,
compensar distancias.

martes, 7 de julio de 2009

El valor de tu amor


El valor de tu amor reside en la libertad
de que tú quieras quererme.
Sólo ese amor va a tener sentido entre nosotros,
que no creemos en el amor por hábito,
por contagio, por imitación.
Puedo obligarte a que me digas
que me quieres,
pero no a que sientas lo que dices,
puedo obligarte a hacer el amor conmigo
con la sutilidad de la seductora
que se hace pasar por la seducida,
puedo obligarte, incluso,
a sentir dolor porque yo te quiero,
pero eso no serviría para que tú,
espontáneamente,
empezaras a quererme.
Si me empeño puedo engañarte
durante toda la vida,
decirte que el amor es esto,
que funciona a ratos,
como un ordenador,
que no somos nosotros,
que es el tiempo,
que llueve cuando debería hacer sol,
pero de qué serviría cuando yo sabría
que tu amor es de pladur,
de material de obra barato.
El valor de tu amor reside
en que tú estés dispuesto a quererme
sin que yo tenga que convencerte,
sin que yo tenga que atarte a mi cama,
ni rezarle a Dios por la noche,
ni pedirle a mi angel cada mañana.

viernes, 26 de junio de 2009

Le arrancarías

¿Le arrancarías las alas a un pájaro?
Entonces,
¿Por qué lo metes en una jaula?

miércoles, 24 de junio de 2009

Nos guardamos


Nos guardamos el dinero,
los cheques, los pagarés,
las propinas, los aguinaldos,
la calderilla.
Nos guardamos hasta los besos,
los abrazos, las cartas de amor,
y las palabras que nos dijimos un día,
eso sí, sin mucho viento.
Nos guardamos las cosas que heredamos,
las que nos encontramos, las que nos regalaron
- a pesar de que nunca supimos
bien bien qué hacer con ellas -.
Nos guardamos lo que compramos
aunque nos quede grande o pequeño...
Nos guardamos tantas cosas
creyendo que así
podremos llegar
a dejar de ser pobres...
A dejar de tener que pagar
una hipoteca asfixiante,
a dejar de deber dinero en la gasolinera,
a empezar a tener de sobras
en el banco, en la cartera,
en el bolsillo, en el corazón,
en el estómago y hasta en la nevera...
Guardamos, compramos,
poseemos - nos poseen - ...
Con lo fácil que sería comprender
que tan solo dando podemos ser ricos.

*Inspirado en la cita de Vicenç Ferrer: "Si quieres ser rico, da, si quieres ser pobre, no des nada a nadie"

lunes, 22 de junio de 2009

Cielo...


Cielo,
llegado el momento,
- y no me quejaré si llega
antes que tarde,
si llega más lejos que cerca
de mi casa y de mis padres,
de mi perro y de mis libros,
de mis sobrinas y de las carpetas
donde guardo mis poemas -,
cielo,
llegado el momento,
- y prometo no lamentarme,
ni culparte cuando
deba retirarme en silencio,
como si nunca hubiera existido
de este mundo que a veces
se me queda grande -,
podría, llegado ese momento
en que la muerte venga a buscarme,
podría,
no pido nada más...
¿podría morir de amor?

*Inspirado en la ária "Furtiva lagrima" de la ópera "L'elisir d'amore" de Donizetti

P de Parto


Qué doloroso es el parto
en el que yo misma me doy a luz.
Cuántas contracciones por minuto
para emerger a la resurrección de mi vida.
Cuántas inspiraciones controladas,
cuántas lágrimas reprimidas
para nacer como hija de mí misma
y amamantarme como mi propia madre.
Qué gestación más larga,
veinte años embarazada,
cuánto tiempo invertido
en volver a crearme,
en volver a bautizarme.
Qué experiencia tan humana
asistir en directo
a mi propio nacimiento
y ayudarme como comadrona
a empujar siempre hacia adelante.

La busqué


La busqué en lo alto de las montañas pirenaicas,
y en las profunidades del Mar Mediterráneo.
Me fui a cazarla en el coto que hay
demasiado cerca de mi casa,
a pescarla en el lago donde solo
nadan neumáticos muertos,
y hasta arrancarla, como si fuera una seta,
en los bosques húmedos y sombríos de La Mata.
Cogí aviones hasta África,
América, Australia.
Pregunté en todas las oficinas
de objetos perdidos,
en las protectoras de animales,
en las residencias de ancianos
y hasta en los orfanatos.
Llegué exhausta a casa,
frustrada y ya sin nada que perder,
supe que había pasado demasiado tiempo
creyendo que mi vida
estaba en cualquier otra parte.

domingo, 21 de junio de 2009

Ámame


Ámame,
pero no me honres con la exclusiva de tu amor.
Yo no aspiro al privilegio de ostentar el monopolio
de tus palabras de cariño,
de tus abrazos de oso amoroso,
de tus miradas de afecto profundo,
o de tu atención y de tu ternura y de tus caricias.
Ámame,
pero no te olvides de amar también
a todo aquello que te rodea,
a todo aquel que te acompaña.
Ámame,
pero no pienses,
que me amas más
por amar menos a otros.
Ámame,
pero no me dejes sola en tu corazón.


miércoles, 3 de junio de 2009

Esta no es la primera vez

Esta no es la primera vez que empiezo a escribir un libro. Ya otras veces me he puesto delante del ordenador tratando de contar algo que pueda interesarme releer más tarde. Creo que yo soy la primera lectora perezosa de mis escritos.

El problema surge siempre cuando intento darle una forma homogénea a lo que escribo. Siento la imperiosa necesidad de etiquetar bajo patrones literarios todas estas páginas llenas de palabras que cómo único denominador común – perdonen la jerga matemática – tienen el haber sido tecleadas por mis dos manos raquíticas, demasiado pequeñas, feas, anchas y cortas, aunque eso sí, veloces en este arte mecanográfico que aprendí a fuerza de clases con máquinas de escribir de las antiguas. Luego, claro está, he alcanzado cotas de velocidad en pulsaciones que crean una musiquilla a ritmo de rock bastante graciosa, sobre todo cuando en medio de una silenciosa biblioteca pública, yo me doy prisa por acabar el trabajo de Historia.

Como lectora empedernida – signifique lo que signifique ese adjetivo que tiende a acompañar esta afición – me muevo entre la constante contradicción de querer emular a mis autores favoritos con obras de arte dignas de ser leídas por ellos mismos y el miedo y la vergüenza de atreverme a escribir después de haber sido testigo de que mi talento, comparado con el suyo, es ridículo.

Pero, no quiero empezar este libro con demostraciones de victimismo que no me pegan nada, sobretodo porque yo tampoco me puedo quejar de mi suerte, hasta gané algunos concursos literarios a la tierna edad de 12 y 14 años. Concédanme unas cuantas páginas más y les demostraré que si ustedes también ponen de su parte, podrán aprender algo de todo lo que digo – y si esto les suena demasiado pretencioso, dejémoslo en que al menos, podrán pasar un buen rato profundizando en la mente adolescente de una mujer de 24 años.

Antes que nada quiero advertirles que esto no es un diario personal y que no van a tener que aguantar las aburridas listas de las cosas que he hecho durante el día, de la gente que me he encontrado en el supermercado o de los sueños que soñé el mes pasado. Digamos que yo, que ya me he dado cuenta de que todo escritor siempre escribe de sí mismo - aunque lo disimule hablando de otros - no tengo ganas de gastar energía en imaginar personajes e historias que sólo van a servir de excusa para que editoriales y críticos literarios no me linchen con comentarios tipo: “su vida no le interesa a nadie”, “le sobra ambición y le falta imaginación (o más cruel aún, talento)” y “dedíquese a otra cosa, si aún así no ceja en el empeño… Piense que los blogs de Internet son y serán siempre su único balcón al mundo”.

Asumo el riesgo de que este documento de Word tarde mucho a convertirse en un libro. Esto no es un diario personal, tampoco es una novela, no es un libro de autoayuda, un libro de poemas o una compilación de artículos venidos de todas partes del mundo. A veces mi ánimo se deja llevar por los caminos del lirismo, otras por el racionalismo de un artículo de antropología, en ocasiones soy reportera en países lejanos, pero las más de las veces, tan sólo soy un ser humano que hace una de las pocas cosas que sabe hacer sin mucho esfuerzo: escribir y atosigar a la gente para que se lo lean luego.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Ándate con cuidado

Ándate con cuidado 
porque la bondad de algunos 
no tiene límite: 
hay quien puede llegar a decir 
que si te mata,
es por tu propio bien.

sábado, 23 de mayo de 2009

El lunes a las seis de la mañana

El lunes a las seis de la mañana
empiezo a trabajar.
Cuando me llamaron
para avisarme de que
estaba entre las últimas candidatas
aptas para el puesto de trabajo
casi salto de alegría.
Pues no, no es que vaya a cobrar
un sueldo de escándalo,
ni que el trabajo sea con famosos,
tomando el sol mientras me bebo un Cacaolat en la terraza.
Lo que pensé es que a partir de ahora
ya no iba a poder dudar
de mi capacidad para ser una mujer
que se mantiene.
Ahora que se ha demostrado
que puedo valerme por mí misma
y de que lo único que necesitaba
era creer un poco más en mí,
¡Prepárate Mundo,
Que YA estoy AQUÍ!
Pero, a parte de toda esta alegría
que apenas sabe si salir
vía sonora con risas o
vía líquida con lágrimas,
hay algunas cosas que todavía
no he solucionado.
Mi salario, por ejemplo.
1000 euros
me dan para mucho.
Yo que ya tengo ordenador portátil,
ropa, libros y montones de zapatos.
Yo que ya tengo un armario lleno de bolsos,
collares, pashminas y cinturones.
Yo que lo único que necesito son más caricias,
a mí, que lo único que me hace falta son más abrazos,
¿en qué voy a gastarme todo ese dinero
si lo único que quiero
es lo único que no puedo comprar?

sábado, 16 de mayo de 2009

No existen

Lo siento.
No existen las soluciones a tus problemas.
Es así y debes aceptarlo.
Te va a costar y quizás te deprimas durante algún tiempo.
Ten el Diazepam a mano.
No te va a ir mal tampoco,
disponer de reservas de helado de chocolate.
Perdona que sea tan dura y tan directa,
pero no,
no existen las soluciones a todos esos problemas
que te amargan la existencia,
porque no,
y no me importa ser yo la que te diga que
no, no existen las soluciones
porque tampoco existen los problemas.

lunes, 4 de mayo de 2009

Un poco


No te preocupes por si todavía eres tacaño,
o por si lo son contigo
los que te quieren:
un poco de amor da para mucho.

jueves, 30 de abril de 2009

La niña mariposa


La niña mariposa
tiene alas de color rosa,
se posa en las azucenas,
en los lirios y en las begonias.
La niña mariposa
juega a que es un pájaro:
le gusta volar por encima
de los cipreses.
Las veces que se ha caído
aterrizó sobre la hierba
y aunque un caracol
confundió sus alas
con las hoja de un repollo,
apenas se nota el mordisco
cuando sus alas baten
con la fuerza de una cocinera
experta en hacer merengue.
La niña mariposa
fue mujer gusano en su anterior vida,
su madre le ha dicho
que si no se acaba la cena
puede que cuando muera
renazca en niño murciélago,
y tiene tanto miedo
de que eso pase,
que se acaba siempre
todo el néctar del plato.

Ocuparme de mi misma

Ocuparme de mí misma
es mi mejor acción humanitaria.
darme lo que necesito
es tan caritativo
como enviar ropa
a los niños desnudos de África;
proporcionarme los cuidados
que preciso
es igual de bondadoso
que estar en Cruz Roja de voluntaria.
Por eso este mes me apadriné
por menos de un euro diario,
y hace poco monté una ONG
en la que yo soy la única socia
y la única beneficiaria.

Tú que ayudas

Tú que ayudas al vecino
cuando te pide sal, huevos o harina.
Tú que te ofreciste para acompañar al invidente
hasta el otro lado de la carretera,
que te levantaste del asiento en aquel autobús repleto
mientras un viejito te miraba con cara agradecida.
Tú que siempre buscas monedas
para el músico ambulante de la estación de metro,
que te has hecho socio de una ONG
para darle alimento, educación y vestido
a esos pobres niños desnudos, analfabetos y desnutridos.
Tú que siempre tienes unas palabras de consuelo
para el último de tus amigos
que se ha quedado soltero.
A ti, que crees que hay que ser solidario,
y salvar a cuanto ser humano desvalido
se cruce en tu camino,
¿quién va a salvarte de ti mismo?